Desde el inicio de 2014 el ritmo de aumento de los precios en 20 ciudades americanas ha disminuido notablemente. El crecimiento es solo de 9,3%, mientras que el año pasado fue de 10,8%. La ralentización es mayor que el nivel previsto de 30 economistas. Sus expectaciones han sido de una subida media de 9,9%.

Según los expertos, la situación desfavorable del mercado ha sido provocada por las altas tasas hipotecarias como también las medidas restrictivas adoptadas en el ámbito de los créditos. Esto hizo menos asequible la compra de una casa para muchas personas. La opinión experta es que la ralentización de los precios tiene buen impacto en el mercado inmobiliario.

Las ventas de nuevas viviendas han sufrido una caída anual de 8,1%. Según los datos de la Asociación nacional de los Agentes Inmobiliarios, el número de los estadounidenses que han comprado viviendas ha bajado un 1,1%, respecto al mes pasado.

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